Encuentros

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El encuentro

A veces las ausencias rompen el alma. Y solo cuando nuestro corazón presagia la cercanía de un amor soñado nuestros sentimientos afloran.Cuantas veces hemos deseado tocar esa mirada transparente como el cristal que todos los días vemos a la misma hora pasar por nuestra puerta o a la hora de degustar un refrigerio en la hora del almuerzo.

Pero ella aséptica y fría, aún sabiéndose llena de deseo, tiene miedo a volver a empezar. Las heridas de otras batallas aún no  sanadas logran que  su necesidad de amar este apagada, impidiendo que las vibraciones de alguien que la desea penetren dentro de ella.

El tiempo trazó las historias de dos personas alejadas por un destino incierto que no supo hallar el encuentro.

Pero un día el galán se armó de valor y escudado en un semblante lleno de esperanza cruzó la mirada con la hermosa hembra.

Una mirada de fuego se cruzó con los inmensos ojos verdes de una dama que no era capaz de transmitir calor.

Fueron unos segundos eternos en los que el varón no perdía la esperanza hasta que la mujer bajó la vista y le entregó.
Un lo siento.

Pasaron los tiempos y después de los avatares que la vida los deparó un hombre con aspecto de bueno, cruza su mirada con una Dama de grises cabellos.

Los hermosos  ojos de la mujer detectan un antiguo deseo dentro de la fisonomía de un varón, antaño guapo. Y esta vez el hombre con la sabiduría de alguien no vencido pero si entrenado en muchas contiendas se acerca a ella y en un tono armonioso y pleno de dulzura la dice.

Te estaba esperando.

Entonces una lágrima resbala por el rostro de la amada al tiempo que sus labios se juntan para saborear un beso.

Luego le diría.
Yo también te esperaba.

Siempre efe