Consideraciones sobre el buen amor.


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 Photo credit: Fabio Téllez / Foter / CC BY-SA

Consideraciones sobre el buen amor.

Vivimos en un círculo malicioso en el que priman las tecnologías sobre el disfrute entre las mujeres y los hombres. La comunicación junto a la publicidad erotiza y estandariza a las personas. Entonces solo copulamos o ejercemos la sexualidad de una manera mecánica yendo inexorablemente directos a la monotonía.
Algunas veces he participado en alguna reunión en las que predominaban las féminas. En las que advertí como se sentían casi hasta ofendidas de la ineptitud de algunos varones en la cama. Me di cuenta entonces que no solo podían ser delicadas o serias. Sino que además en la intimidad son atrevidas, que las gusta provocar y ser provocadas.
Que necesitan alguien a su lado que las diga algo, precisan gozar y dar goce. Llegar a los extremos en sexo puede ser algo inolvidable que luego se convertirá en la norma de la convivencia entre ambos.
Hablar con una mujer de” Bis a Bis”. Es algo para mi maravilloso, es descubrir que su pudor es idéntico al de cualquier hombre, y a menudo confieso que su inteligencia en estas cuestiones supera la media de muchos de sus partenaires.
Creo que el Hombre que considera que la mujer es el ser delicado e intocable, que tiene que esperarle lo más bella posible a su llegada por la noche, cual guerrero que viene de la campaña. Está equivocado y terminará viendo como su pareja deseará a otro. Esto es también aplicable a la otra vertiente en que la mujer muestra su estrechez por bandera y obliga al varón a picar en otros lares.
No soy lo suficiente sabio para dar consejos, pero creo que la sinceridad entre dos y la pérdida de vergüenza puede lograr un alivio para que la llama siga encendida.

efe.firma