El regalo.
La tarde lluviosa le llevó a celebrar el cumpleaños de Alicia juntos, frente a la chimenea. La leña ardía en el hogar, que junto a la luz tenue, contribuía a crear un cálido ambiente que los hacía sentirse bien.
Alicia envuelta en una bata azul pálido, ojeaba las imágenes de una revista de moda, mientras Lucas leía un libro. De vez en cuando levantaba las cejas y comentaba un pasaje con Alicia, está le daba su opinión a medida que con un gesto perverso le desabrochaba los botones del batín.
Suena el timbre. Lucas con un gesto rápido se dirige a abrir la puerta.
No te muevas. Ahora bajo. Replica casi ordenando a la joven.
¿Quien era? Le interroga con curiosidad.
Tu regalo cariño.
Le responde alegremente.
Dirigiéndose al baúl de los juguetes y con una maliciosa sonrisa saca un tupido antifaz y las esposas forradas de terciopelo. No te muevas cielo.
Alicia se deja hacer con una curiosa morbosidad. La esposa colocandole el antifaz que la impide la visión de cualquier acontecimiento.
Baja María le pide a su visita.
Una hermosa joven se presenta ante él. Es una conocida del trabajo, pero desconocida para su pareja. Se despoja del abrigo y tal como habían ideado queda desnuda ante Lucas. Este observa que es preciosa, sus piernas proporcionadas armonizan con un delicioso busto que da paso a un rostro muy juvenil y hermoso.
A una señal de Lucas María desabrocha los botones de la bata de Alicia, dejándola semidesnuda, un mohín de protesta sale de la boca de la joven prisionera, pero su torturadora mordisquea ávidamente sus deliciosos pezones.
Mientras los labios del varón sellan el comienzo de su placer.
Siente como su abultado clítoris es masajeado por unas manos de seda, al tiempo que la lengua de María hurga en su carnosa hendidura.
Sus gemidos indican a Lucas su intervención urgente, María junta sus labios con los de la joven fundiéndose en un beso, creando una sensación nueva para Alicia, a la que jamás la había hecho nadie el amor de esa forma.
En ese momento no acertaba a comprender como una mujer, podía excitarla así, su placer además de nuevo era irresistible
Lucas folla a su pareja con pasión, la hace víctima y beneficiaria de un gran gozo, sus humedades hacen que los tres se corran al tiempo, mientras un rio de savia recorre las entrañas de la homenajeada.
Después sus sonrisas eran de agradecimiento mutuo por haber sido capaces de regalarse un tiempo de placer inmenso.
efe
Bonito y placentero regalo
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Esos regalos gustan mucho.
Un abrazo
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Happy New Week kiss 🙂
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un milione di baci da madrid
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Hej Efe,,
Bra inlägg .
Jag har kastat min Google+ den var tråkig..
Nu har jag bara Facebook.. Hoppsa det är okay att jag skriver på svenska idag.. Kram på dig // Nicki
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Tack vare teknik kan vi prata.
Härifrån en kyss.
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Kiss you back.. besos.. 🙂
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Te botaste con el regalo…
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Bueno la fantasía no tiene limites Amiga.
Un besazo. 🙂
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Regalazo!!
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Y tanto.
Besos.
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No hay dos sin tres, dicen. El regalo es tal cuando el menage à trois no se convierte en una competencia de egos en la cual priman los celos y la necesidad de poseer, a toda costa… Parece que tal fue el caso. Celebración…🆗
Fuerte abrazo, Efe.., buena semana. Aquileana 😻✨
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Es una fantasía que se pudo realizar,siempre con la generosidad de los que regalan a la homenajeada.
Un abrazo.
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Precioso regalo en este relato que nos dejas.
Un abrazo.
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Me alegro que te haya gustado Amigo.
Un abrazo.
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