Historias tras el teclado.
Nos conocimos tras la pantalla a través el teclado, éramos compañeros de historias, tú escribes y escribías como los ángeles, por eso a todos los caminantes nos fascinabas.
Escribimos sobre el amor, hablamos de sexo y a veces hasta el extremo. Aún recuerdo las largas charlas en el Messenger, padre del Whatsapp, hasta las primeras luces de la mañana.
Después nos conocimos en persona, fuiste la mejor amiga de mi Dueña, viajamos nos divertimos como jóvenes alocados, aún sin nosotros serlo. Trocaste tus sentimientos con los míos, te gustaban mis letras y en todo momento me decías si eran buenas, yo leía embobado tus metáforas poéticas. los toques asexuados de tus letras, la inmensa sabiduría que imprimías en ellas.
Para nosotros eras la Princesa, todos los amigos te queríamos, bueno algunas de ellas un poquito te temían y otras te envidiaban. La generosidad de mi Dueña permitió que nos conociésemos por dentro y participamos de la gran experiencia, luego la enfermedad llevo a la Reina a la mesa de operaciones, estuviste siempre a nuestro lado, nos escuchaste y nos diste consejos. También participaste en nuestras juergas, inhibida, divertida y disfrutando.
Luego un día la vida, sin motivo alguno, te alejó de nosotros, sabemos donde encontrarte, ahora eres alguien casi importante, pero solo tú debes encontrarnos.
Quizás estas letras se cuelen dentro de tu vida y nos demos un beso.
Efe.