Súplica de amor.

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Súplica de amor

Flotas en mi alma mientras…
Tú fuego quema mis sentimientos.
Mi alma llora mientras ríes,
más yo sufro el silencio.
*
Usas tu poder para confinarme en tu cárcel.
Prisión de acero donde mi alma torturas.
Sufro sin término suplicando el cese del tormento.
*
Más desoyes mis súplicas,
tu corazón ante mi dolor no abre su puerta,
mientras yo cabalgo sobre la desesperación.
*
Sueño con la tormenta que apague,
el fuego interior, que me quema por dentro.
Más no escuchas mi dolor.
*
El desamor rompe mis deseos,
padezco en soledad tu silencio.
Te suplico compasión.
*
Tensas las cadenas, fuerzas mi condena.
Precisas mi dolor como símbolo de tu dominio.
Aireas mis miserias e ignoras tu dependencia,
hacia mi torrente de amor.
*
Te ruego que me liberes del dolor.
Más desoyes mis lamentos,
Sin concederme el perdón.
*
efe.

El beso del soñador.

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El beso del soñador.

Quizás sea el último beso de un loco soñador.
Pero en su recuerdo mora un mar de amor.
Azul, pero lleno de  frustradas esperanzas.
Dentro de su alma,
rugen sentimientos de fuego.
Llora sin tregua,
esperando su sonrisa,
Le tiende la mano aunque no llega.
¿Porque al amor le acompaña el desamor?
Interroga inquieto.
Curiosa es la verdad del poeta.
Amar sin consecuencias.
Más dura es, la realidad del soñador.
Espera, tras la espera,
Sintiendo el amor.
Qué no llega…

Efe.

La Soledad fingida.

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Sentada en la fachada del asilo, entre rosas ya gastadas, espera su última compañía.
Los años ya perdidos,  en su rostro, surcos bellos han trazado, su sonrisa ya es siempre dura, pero sincera, allí solo simplemente el cariño espera.
El amor eterno que le acompañó toda su vida, en su corazón profundas marcas dejó.
Por eso su soledad es fingida.
Y por eso mira al cielo  y desde su alma con su amor mensajes de amor le envía.
El recuerdo desde su interior nace y su soledad se aleja.
Estoy seguro que ya esa joven anciana, el último viaje emprenderlo desea, para entregarle los besos guardados.
Pero mientras desde el corazón siente la soledad fingida.
Su sonrisa su rostro ilumina.
Rompiendo su dolorosa espina.
La distancia de su amor perdido.

efe.

La niña bonita.

La niña bonita

Un día me sonreíste niña bonita.
Mis ojos.
Mí mirada te regaló,
pero ya no hubo milagro.
De mí tus palabras se apoderaron,
Para llegar a mi alma.
Mi alma.
Guardar tú Ser me propuso.
Más palabras para contestarte no tenía.
El eco, mis vibraciones transmitió.
Las tomaste con amor y en tu memoria,
las guardaste.
Te envié un beso que me devolviste.
Ahora solo guardo el beso.
Esperando tú regreso.
Niña bonita.

Efe.

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Felicidades.

Del rosal vengo.

 Photo credit: maesejose via Foter.com / CC BY

Felicidades.

Dentro de todos los días que celebramos, hoy pienso que es el más emotivo.
Hoy todas esas mujeres que son madres,reciben un regalo en forma de afecto, de sus más queridos seres. Sus hijos.
Creo que para el hombre, una de las cosas más bonitas que descubre, cuando encuentra el amor con una mujer, es la capacidad que tiene, de ser madre y que lleva innata en su persona. Aunque al final la vida no la entregue la posibilidad de engendrar, siempre en el fondo de ella quedará el instinto maternal.
El cariño y amor que es capaz de entregar a sus vástagos, es algo inmenso.
Por eso hoy dedico estas modestas letras a todas las madres del Universo.

Ese ser que nos regaló la vida.
Que nos aleja del dolor.
Esa es la madre.
Nos colma nuestros anhelos,
llenando de belleza nuestra vida.
Nunca desfallece
Y siempre nos acompaña.
A esa mujer,
que hasta su aliento nos entrega.
Hoy le entrego un gesto de amor.
Bendita mujer,
la que la vida nos dio.

efe

Necesidad.

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Necesidad.

Fluye la necesidad de transitar por tus sentimientos,
sentir el inconexo impulso de penetrar en tú alma.
Notar el calor de tú cuerpo amado,
entregándote íntimas sensaciones.
Libando el cariño cercano,
repartiendo y sanando heridas de amor.
Siento la necesidad de cabalgar hacia ti,
de amarte sin cortapisas.
De sembrar tú amistad con mi amor.
Siento deseos de matar al miedo,
de ser tú caballero en la paz y en el amor.

Efe.