Momentos y recuerdos


5Photo credit: Verano y mil tormentas. via Foter.com / CC BY-ND

Momentos y recuerdos.

Dentro de tú mundo me diste momentos.
Momentos que yo guardo en preciosa esencia.
Ya no se cuanto rogué.
º
De júbilo llenaste mi arca y un día,
de tristeza la inundaste.
Para nunca volver.
º
El dolor lo consumiste.
Para que mi ser.
A tu lado volar, ya no pueda.
º
Mis labios ya no besan tu pecho.
Más tus manos no amasan mi cuerpo.
Ya no juegas a ganar,
Solo te limitas a perderme.
º
Te quise a rabiar,
me poseíste entero.
Amé sin fronteras todo tu cuerpo.
Gozamos muchos momentos.
º
Fuiste dura pero apasionante.
Fui difícil pero sincero.
Tuvimos esos momentos,
todavía siento tu aliento,
aún te presiento.
º
Rescoldos que me queman.
Pero aún…
Te sigo queriendo

Efe.firma año

El espejo del tiempo.


3Photo credit: Ruben Sada (Poeta de Argentina) via Foter.com / CC BY-NC-SA

El espejo del tiempo.

Desnuda ante el frío espejo del tiempo,
tu cuerpo se refleja.

La lozanía de antaño no brilla.
Solo los recuerdos son brillantes,
en su inexorable memoria.

Pasajes de juventud vividos,
besos gastados,
que guardas en el alma.

Deseos cumplidos,
mezclados con otros adversos,

Minutos de gloria,
barnizados por el amor vivido,
al termino.
Solo espinas y flores.

Maldito espejo,
que no refleja solo lo bello,

Colores negros que tintaron las penas,
Aleados con fuego,
que otros momentos de pasión llenaron.

efe

Aquellos tiempos.


Aquellos tiempos.6

Ha pasado mucho tiempo en el que un niño que demostrara su sensibilidad, le marcaban como un chico débil e incluso amanerado o a lo peor hasta con tendencias homosexuales.
Los niños jugábamos a hacer guerras, tirábamos piedras o jugábamos a saltar sobre uno de nosotros.
Aquello era lo que nos inculcaban en el día a día. El colegio era de frailes para nosotros y de monjas para ellas. Así transcurría la infancia hasta llegar a la pubertad, que descubríamos que el placer existía y empezábamos a flirtear con las niñas, que a su vez nos consideraban unos monstruos brutos.
Llegaba la juventud y entonces las cosas cambiaban rotundamente, a las jovencitas les exigían una sensatez que no tenían, tocarlas era misión imposible y menos confesarlas las ganas de hacer el amor. Nosotros, entonces empezábamos una cruzada casi imposible, el ser puros y castos a toda costa.
Más tarde nos hacíamos novios y estábamos súper salidos, ya que la consigna maternal o lo que es peor paternal de la novia, era que el sexo lejos. A veces si intervenía el padre de familia hasta podía acabar con el idilio, ya que su hija debería ser virgen hasta la mayoría de edad.
Todo esto era la maravillosa Sociedad de entonces, si expresabas tus sentimientos debía ser en privado y desde luego en plan platónico y sin indicios de pecado alguno.
Lo que ocurría después es que esta sociedad hipócrita, nos dotaba de otros medios para calmar nuestra libido, era entonces,  cualquier mujer de la vida la que te hacia disfrutar. El método o modo era diverso, según tus recursos económicos, pero eso si satisfacía a los progenitores de la joven que querías. Ya que los impulsos varoniles eran hasta casi bienvenidos.

efe.

Photo Credit: analogueartphotography via Compfight cc

firma año

Dieciochoañera.


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Origen de la imagen

Dieciochoañera

Llegaste como la tormenta.
Con tú minifalda multicolor,
para mi alma  llenar de color .
Bailabas bajo las luces de colores,
mientras tu sonrisa,
mi rostro  pintaba de amor .
Luego rezumabas alegría,
mientras tus pies,
pasos de baile daban.
Llenaste  de ilusión tú vida,
Contagiando a la mía.
Luego a base de llover,
pasó la vida.
Hoy sigue la tormenta,
llenando de emociones.
Nuestra vida.

efe.firma1

Retazos de la memoria.


Retazos de la memoria4

Mantener un blog como ya sabemos todos es algo especial, por lo menos para mí. Siento ese miedo a no decir nada, a no saber que contar, a llenar de letras o palabras folios, que algunas temporadas son a diario, hasta que las musas se declaran ausentes.
Pero dentro de estas páginas hay ya un poso de una historia vivida, de muchos sueños cumplidos y algunos secretos ya desvelados  que quizá ya no sean interesantes.
Entre mis muchas lecturas es sabido que me encanta la literatura erótica, me encanta leerla e intento escribir sobre ella. Que sea buena ya es más difícil, pero por mi parte que no quede intentarlo.
También es curioso para mi, que hoy ya en la distancia del tiempo gastado, recuerdo que siendo un niño, creciese junto a un escritor, periodista, comunista y hombre de ciencia dentro de la medicina. Lo de comunista es muy importante, porque tampoco quiso que yo lo fuese.  Según su percepción, pensaba que aquellas ideas ya se habían gastado. Pero aún recuerdo a mi Padrino como me decía.
Caco. Así me llamaba cariñosamente. Las letras cautivan, ayudan a vivir y divierten, pero de ellas no se come. Así que hay que ir a las Ciencias.
Periodista sin éxito económico, locutor de radio y poeta grande, pero siempre interino en las letras. Hoy habría sido más y el anonimato no le habría pasado factura.
Así que con estas enseñanzas comencé a adiestrarme en el mundo de las artes mecánicas, que por cierto se empeñaron en que sería un buen profesional. Y así me vi en una escuela, para pasar luego al taller, pasarlo mal porque no me gustaba, lo mío era otra onda. Pero entonces no había demasiada elección, así que tuve que dejarme la piel, ser empresario, luego comerciante y después ejecutivo.
Pero ahora se. Que allá donde estés. Sonriendo satisfecho me dirás.
Caco te has salido con la tuya.
Ya eres capaz de emborronar folios…

efe

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El labrador.


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Origen de la imagen.

El labrador.

En ese campo rudamente arado, descubrí muchas verdades.
Las manos ya gastadas que rotularon los campos, dejaron su huella.
Erguidas nacieron las espigas, que luego la vida de los seres queridos sustentaron.
En su mente solo mediaba un deseo, que su trabajo fuese recto.
Los surcos que marcaron senderos de duro sacrificio.
 fueron testigos de ello.
Nació para construir el mundo, laboró sin descanso, ajando su rostro el sol.
Es la historia del anónimo labrador, que supo dejar su recuerdo.
Los campos que nos procuran el diario sustento, hay quedaron.

efe

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